¡Bienvenidos de nuevo a nuestro blog! Hoy queremos hablaros del famoso carpaccio de ternera, contaros cuál es su origen y de cómo ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Además de la típica lasaña italiana y los diferentes tipos de pasta que ya conocemos, el carpaccio está despertando poco a poco más curiosidad fuera de la gran bota italiana.
Origen del carpaccio
Durante el siglo XX en la ciudad de Venecia, Giuseppe Cipriani, famoso hostelero italiano, preparó este plato para su amiga, la condesa Amalia Nani Monicego, a la cuál le habían recomendado comer carne cruda y no cocinada. Por ello, Cipriani decidió cocinarle un plato compuesto por finas lonchas de carne de ternera acompañado de toques ácidos.
Este plato de ternera destacaba sin duda por sus colores rojos y amarillos, lo que a Cipriani le recordó a la pintura característica de Vittore Carpaccio, a partir de ese momento decidió llamar al plato «carpaccio de ternera».
Hoy en día, este plato ya no es sólo elaborado en Venecia y en Italia, sino que cada vez ocupa más espacio en las cartas de muchos restaurantes del mundo.
Evolución del carpaccio
Actualmente se cocinan diferente tipos, no sólo están los típicos carpaccio de ternera sino que ahora también se elaboran con pescado crudo (pulpo, atún y salmón) y con diferentes ingredientes para realzar el sabor del pescado o la carne cruda.
El carpaccio se caracteriza por ser un plato ligero, fresco, saludable y muy agradable de tomar, por lo que ahora que llega la operación bikini es una buena forma de mantener la línea, al igual que con otras formas de comer pasta sin engordar que ya hablábamos con anterioridad. ¿A qué os han entrado ganas de probarlo?