De entre todos los tipos de pasta que existe, puede que las más sabrosas sean las pastas rellenas. Hace un tiempo os comentábamos cuáles son las pastas rellenas más conocidas. Así que ahora os vamos a contar cómo preparar pasta rellena, en concreto vamos a deciros cómo se hacen los tortellini.
Cómo todos sabéis se trata de una de las pastas más famosas en todo el mundo. Los tortellini tienen forma de anillo, y cuenta la leyenda que los inventó un posadero que se enamoró del ombligo perfecto de la diosa Venus. Es un poco fantasioso, pero lo que sí está claro es que son de origen humilde. Los siervos utilizaban las sobras de la carne de sus señores para rellenar pequeños trozos de pasta.
El origen geográfico no está tan claro, ya que las provincias de Módena y Bolonia están en constante disputa por los tortellini. Esta pasta no es algo que se tomen a broma los italianos, de hecho existe la Erúdita Hermandad del Tortellini, la cual incluso patentó una receta hace algunos años.
Cómo preparar tortellini caseros.
Lo bueno de los tortellini, y realmente de cualquier pasta rellena, es que puedes rellenarla con lo que quieras. Como decimos, tradicionalmente se ha rellenado de carne, pero hoy en día, además de esta carne picada, también se suelen rellenar de espinacas o de queso. Con la salsa de acompañamiento ocurre lo mismo. Puedes utilizar la que quieras y más te guste, aunque tradicionalmente se ha utilizado la salsa boloñesa de carne picada.
Lo único que puede ser complicado de hacer tortellini caseros son los propios tortellini. Decimos que puede, ya que da la impresión por su peculiar forma de anillo, pero nada más lejos de la realidad. Lo primero que debemos hacer es preparar la pasta casera. Si queréis saber cómo se hace, aquí tenéis nuestro post explicando todo el proceso.
Una vez que tengamos lista la pasta, debemos dejarla muy muy fina. Alrededor de un milímetro. Si tenéis una máquina de alisar pasta, lo mejor es el penúltimo punto más fino. Después la cortáis en cuadrados, de entre 5 y 8 cm aproximadamente, depende de cómo los queráis de grande.
Aquí viene el lío, doblar los tortellini. Colocad pequeñas bolas del relleno que hayáis elegido en el centro del cuadrado. A continuación, unid dos extremos para formar un triángulo. Usad un poco de agua y apretad fuerte con los dedos para que se queden pegados. Por último, unimos los dos picos inferiores con uno o dos dedos en medio, de manera que obtengamos la típica forma. Os dejamos un par de fotos para que os quede más claro.
No era tan difícil, ¿a qué no? Ya tenéis vuestros tortellini caseros. Podéis cocerlos ya con abundante agua o congelarlos para hacerlos en otro momento. Esperamos que os haya gustado este post, y ya sabéis, comentad cómo os han salido vuestros tortellini caseros. ¡Hasta pronto!