¡Buenas a todos nuestros gourmets! Ya estamos aquí de nuevo para adentrarte en la gastronomía de una nueva ciudad italiana. Hoy vamos a comer en Florencia, aunque sea metafóricamente.
Situada al norte de la región central de Italia, y centro histórico, artístico, económico y administrativo de la Toscana, Florencia es una de las ciudades más visitadas del país. ¿Será por tratarse de una de las cunas mundiales del arte y de la arquitectura? ¿O quizás por su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad?
Sea como sea, estamos seguros de que su gastronomía es una parte esencial de su consideración como potencia turística. Por ello, hoy en el blog, vamos a darte unas pinceladas para que conozcas los platos más típicos de Florencia.
La cocina toscana siempre ha tirado de un elemento base: los productos frescos de las zonas agrícolas de la región.
Como siempre hacemos en nuestros recorridos gastronómicos, vamos a darte un listado de los platos tradicionales de la ciudad de Florencia, desde los antipasti hasta el postre más goloso.
El pan toscano («pan sciocco» o pan soso) es una parte fundamental en la dieta de todo ciudadano florentino. Tradicionalmente, se cuece en horno de leña y es especialmente conocido por su gruesa corteza, pero sobre todo, por su ausencia total de sal. Esta singularidad parece remontarse a la Edad Media, cuando durante la guerra entre Florencia, ciudad de los Medici, y Pisa, se cortó el suministro de sal.
Este plato se compone de pan frito cubierto con una especie de paté, fruto de la mezcla de hígado (ternera, pollo, ganso, pato…) anchoas picadas, cebolla y alcaparras, principalmente. Es el aperitivo o entrante más común, y suele servirse también en días de fiesta.
El polpettone es básicamente una gran albóndiga que se come cortándola en lonchas gruesas. En la receta florentina se cocina con carne de ternera, prosciutto, miga bañada en leche, huevos y Parmigiano Reggiano y servido con una salsa de tomate y boletus.
Una de las sopas tradicionales de la zona de la Toscana, donde el pan sciocco toma gran protagonismo, es la ribollita («recalentada»). Se cocina con una variedad local de col negra, judías de la variedad cannellini, típica de la Toscana, tomates y otros vegetales, y se añade también el famoso pan florentino.
Esta se trata de una receta tradicional florentina que se remonta a la época del Renacimiento. Se traduce literalmente como “faisán trufado
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