Limoncello casero al estilo italiano

¡Buenos días a todos! Nos gusta que aprendáis cosas sobre Italia y su gastronomía, pero también queremos que aprendáis vosotros mismos a hacer los platos típicos. Casi siempre estamos hablando de comida, pero hace poco os contamos cuáles eran las bebidas italianas más conocidas. Seguramente de todas esas, la más conocida fuera de Italia sea el limoncello. ¿Que pasa si juntamos nuestro ganas de que aprendáis con el tema de bebidas? Exacto, hoy vamos a enseñaros la receta para hacer limoncello casero.

El limoncello, como ya sabéis, es un licor dulce que se obtiene de la maceración de los limones. Proviene de la región de Campania, en el sur de Italia, más concretamente de la ciudad de Sorrento. Allí tienen limones que son famosos por su tamaño y sabor. Además de tener un sabor único, es una bebida digestiva, por lo que se suele tomar después de comer. Avisamos que tenéis que tener paciencia para preparar el limoncello casero, pues el proceso dura semanas.

La receta del limoncello casero

Como en cualquier receta, lo primero son los ingredientes.

– Limones. ¿Nadie se lo esperaba verdad? Suele hacer falta alrededor de 1kg. Es muy importante su elección para que el sabor final sea el mejor. Coged limones muy amarillos y que tengan la cáscara gruesa, y si son ecológicos pues mejor.

– 1l de alcohol puro. Ojo, del que se compra en licorerías, el de la farmacia no vale.

– 1,5l de agua. Mejor si es agua embotellada, pero vale cualquiera.

– Unos 450g de azúcar.

Si ya tenemos los ingredientes, vamos a preparar nuestro limoncello casero. Lo primero de todo es limpiar bien y pelar los limones. Lo mejor es hacerlo con un pelapatatas aunque hacedlo como os resulte más cómodo. Es muy importante que la cáscara no tenga nada de la parte blanca que recubre al limón por dentro, ya que daría un sabor más amargo.

Estas cáscaras se meten en un recipiente de cristal con el alcohol. Se cierra herméticamente y se deja reposar en un sitio oscuro y fresco durante al menos 2 semanas, no pasa nada si está algún día más, pero no os paséis demasiado.

Cuando hallan pasado las 2 semanas, debemos preparar el almíbar con el agua y el azúcar. Hay que poner el agua a calentar y añadir el azúcar. Vamos removiendo hasta que el azúcar se disuelva y se haga el almíbar. Una vez terminado, hay que dejarlo enfriar.

Cuando esté a temperatura ambiente, lo mezclamos con la maceración de alcohol y limón en un recipiente grande. Acuérdate de filtrarla para quitar todas las cáscaras. Removemos lentamente para que se mezcle bien. El resultado debe ser un líquido de color amarillo verdoso opaco, el clásico del limoncello. Por último sólo nos queda verterlo en botellas de vidrio.

Si quieres puedes dejar las botellas en un lugar oscuro y fresco durante unos 5 días para acentuar su sabor, pero no tienes por qué esperar tanto. Eso sí, muy importante que este muy frío antes de servirlo. Para eso lo mejor es dejarlo algunas horas en el congelador.

Esperamos que el limoncello casero os quede rico. Para cualquier duda ya sabéis que podéis comentarnos. Ya sabéis, ¡si la vida os da limones, haced limoncello casero! ¡Hasta pronto!